Los Hijos...

Y una mujer que llevaba un niño contra su pecho le preguntó a un maestro: Háblanos de los hijos. Y él respondió.

Tus hijos no son tus hijos. Son los hijos y las hijas de la vida deseosa de si misma...

Vienen a través de ti, más no de ti y aunque vivan contigo, no te pertenecen.

Puedes darles tu amor, más no tus pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes albergar sus cuerpos mas no sus almas, porque sus almas moran en la casa del mañana, que ni aún en sueños es posible visitar.

Puedes esforzarte por ser como ellos, más no intentes hacerlos como tú.

Porque la vida no marcha hacia atrás, ni se detiene en el ayer.

Tu eres el arco por medio del cual tus hijos son disparados como flechas vivas.

El arquero ve el blanco sobre el camino del infinito, y les dobla con toda su fuerza a fin de que sus flechas vayan veloces y lejos.

Que el hecho pues de estar doblados en manos del arquero sea para su dicha, por que así como Él ama la flecha que dispara, ama también el arco que permanece firme;

Por eso tuviste la oportunidad de vivir tu vida y la libertad de amar y hacer tu vida.

Deja que tus hijos vuelen solos del nido cuando llegue la hora y no los reclames para que vuelvan, ellos te querrán por siempre y tendrán tambien su nido del cual algún día ellos solos quedarán, pero fue su nido y su vida, Déjalos libres, ámalos con libertad, No apagues el fuego de su hogar

"Vive y deja vivir y ellos siempre te querrán".

Gibran Khalil Elprofeta